¿Quién dijo que estudiar tenía que ser aburrido?
La universidad no tiene por qué ser sinónimo de rutina, memorización forzada y sesiones eternas delante de los apuntes.
De hecho, introducir dinámicas de juego en tu estudio puede marcar un antes y un después en cómo aprendes y cómo te motivas.
No estamos hablando de distracciones, sino de herramientas reales y eficaces que pueden ayudarte a fijar conceptos, desarrollar habilidades clave y mantener tu atención durante más tiempo.
En CIS University creemos que aprender puede (y debe) ser estimulante.
Por eso, si buscas nuevas formas de rendir más y mejor… quizás sea momento de empezar a jugar en serio.
¿Por qué el juego es una herramienta útil para estudiar en la etapa universitaria?
Puede que asocies los juegos con la infancia, pero lo cierto es que la gamificación es una de las estrategias más potentes también en la educación superior. Especialmente si lo que buscas es mantener la concentración, reforzar tu memoria y estudiar con menos desgaste mental.
Cuando introduces elementos de juego en tu estudio, (como puntos, retos, recompensas o dinámicas por niveles), tu cerebro activa circuitos de motivación y refuerzo que te ayudan a mantener el foco sin esfuerzo adicional.
De hecho, hay estudios que demuestran que los juegos bien diseñados estimulan:
– El pensamiento rápido.
– La asociación de ideas.
– La memoria de trabajo.
– La toma de decisiones bajo presión.
Y todo esto, sin perder de vista el objetivo principal: aprender.
Además, el juego también puede ser un método para reducir el estrés académico.
Una de las causas más comunes de bloqueo al estudiar es la presión. Y el juego introduce un componente lúdico y relajado que puede ayudarte a reconectar con la materia desde otro ángulo, más ligero y flexible.
Así que sí, jugar para aprender no solo es válido; es eficaz, estimulante y, bien planteado, puede convertirse en tu mejor aliado universitario.
Tipos de juegos para estudiar de forma activa
Antes de empezar a probar herramientas o plataformas, conviene entender qué tipo de juegos existen, qué aporta cada uno a tu forma de estudiar y cuáles se pueden integrar mejor con tus técnicas de estudio.
¿Vemos algunos ejemplos?
- Juegos de preguntas y respuestas para repasar contenidos
Clásicos como el trivial o los test por rondas ayudan a fijar conceptos clave, reforzar la memoria y detectar lagunas de conocimiento. Puedes usarlos de forma individual o en grupo.
- Juegos de rol o simulación para asignaturas prácticas
Si estudias Derecho, Empresa o Comunicación, por ejemplo, recrear casos reales, presentaciones o situaciones profesionales puede ser una forma increíble de integrar teoría y práctica.
- Juegos de asociación y lógica para activar conexiones mentales
Relacionar conceptos, ideas o imágenes obliga a tu cerebro a pensar de forma no lineal, lo que mejora la retención y el aprendizaje profundo.
- Juegos colaborativos para estudiar en grupo (sin perder el foco)
Estudiar en grupo no tiene por qué ser sinónimo de distracción.
Dinámicas como el “escape room” temático, concursos por equipos o retos de explicación cruzada pueden ayudarte a aprender mientras desarrollas habilidades como la comunicación o el trabajo en equipo. ¿Te suenan? Porque sí, este tipo de capacidades forman parte de las tan conocidas power skills que el mercado laboral valora más que nunca.
En definitiva, si sabes elegir el tipo de juego, puedes convertir cualquier sesión de estudio en una experiencia mucho más dinámica, eficiente y, ¿por qué no? divertida.
Plataformas y apps con juegos para estudiar que sí funcionan
Hoy en día, la tecnología hace que gamificar tu estudio sea más fácil que nunca.
Pero, entre tantas opciones, ¿cuáles merecen la pena?
Entre las muchas aplicaciones para estudiar disponibles a nivel digital, hay algunas que completan muy bien este enfoque de estudiar jugando, como, por ejemplo:
- Kahoot: ideal para jugar en grupo, con preguntas tipo test que puedes crear tú mismo.
- Quizlet: tarjetas de memoria gamificadas, con distintos modos de aprendizaje.
- Brainscape: centrada en la repetición espaciada y la adaptación al ritmo del estudiante.
Todas ellas combinan juego y contenido con bastante equilibrio.
Pero, si prefieres algo más adaptado a tus materias, puedes usar herramientas como Genially, Educaplay o incluso Google Forms para diseñar tus propios juegos, retos o cuestionarios.
Lo importante es que se ajusten a tus objetivos y sean actividades motivadoras.
¿La conclusión? No hace falta ser experto en tecnología para dar con el juego ideal para estudiar. Solo necesitas tener claro qué quieres reforzar y elegir la dinámica adecuada.
Cómo integrar los juegos en tu rutina de estudio universitaria
Vale, ya tienes ideas. Ahora toca la parte práctica.
¿Cómo puedes usar estos juegos de forma que te ayuden a estudiar de verdad (y no se conviertan en una excusa para procrastinar)?
- Equilibrar el entretenimiento y el estudio
Una buena estrategia es alternar sesiones clásicas con sesiones gamificadas. Por ejemplo: repasa un tema de forma teórica y después prueba a convertirlo en un juego para fijar lo aprendido.
- Gamificar tu propio temario: sí, se puede
Haz un tablero con los temas clave, reparte puntos por cada actividad cumplida, crea niveles o “logros” que te motiven…
Convertir tu planificación de estudio en un reto con recompensas es más fácil de lo que parece.
- Mantener la motivación sin perder eficacia
Márcate objetivos claros. Debes usar el juego como refuerzo, no como sustituto.
Y recuerda evaluar si con los juegos que elijas estás aprendiendo o si sería mejor cambiarlos por otras opciones.
Porque jugar es útil, pero solo si te acerca a tus metas académicas.
En CIS University creemos en métodos de aprendizaje innovadores
Sabemos que la universidad de hoy no puede parecerse a la de hace 20 años.
Y que los estudiantes aprenden más y mejor cuando están motivados, activos y comprometidos.
Por eso, muchos de nuestros docentes integran metodologías participativas, casos prácticos y retos como parte de su enfoque diario. Porque aprender haciendo tiene mucho más impacto.
Además, contamos con actividades extracurriculares que fomentan el aprendizaje, como grupos de investigación, proyectos colaborativos, eventos temáticos…
En CIS University, cada espacio es una oportunidad para aplicar lo aprendido en nuevos contextos que potencian aptitudes como el trabajo en equipo, el pensamiento creativo y las habilidades comunicativas.
A través de clubs, iniciativas internacionales o encuentros abiertos, buscamos estimular las soft skills y las competencias que marcan la diferencia en el mundo profesional.
Sí, como ves, en CIS University se aprende también jugando. Porque cuando te diviertes, recuerdas. Y cuando te implicas, creces.
¿Preparado para tomarte el estudio como un juego y llevarlo al siguiente nivel?