Por Lola Marks
CIS University Music Room, un club pequeño pero muy apreciado entre los estudiantes, ofrece múltiples formas de expresar el amor por la música. Ya sea cantando, tocando instrumentos, compartiendo artistas y canciones o simplemente analizando e interpretando letras, este club lo abarca todo. Quizás exista la idea errónea de que es necesario tocar un instrumento o cantar para formar parte de él, pero no es así. La idea es incluir a todos, no solo a los músicos. Este grupo crea un verdadero y diferente sentido de comunidad entre los estudiantes y fomenta su talento.
Anthony Verrecchio, Director de la Robert F. Kennedy Human Rights Spain Foundation y profesor de Derechos Humanos en CIS University, creó el club hace tres semestres. Músico desde los 14 años, Anthony toca la guitarra, la mandolina, el bajo clásico, la trompeta y también canta. Aunque es el moderador del club, realmente se siente como uno más entre los estudiantes cuando la música comienza a sonar.
Según Anthony: “Soy solo una persona más en el grupo. Es evidente que los estudiantes me perciben de manera distinta, ya que no soy uno de ellos, pero este club tiene una manera peculiar de hacer que esas diferencias se diluyan”. Se esfuerza constantemente en asegurarse de que los estudiantes sientan su apoyo y su inquebrantable pasión por la música. A través de este club, ha notado el gran entusiasmo que comparten los estudiantes. Siempre se sorprende gratamente cuando los miembros traen nueva música para compartir con él y con los demás, y asegura que aprende mucho de ellos. Para Verrecchio, este es uno de los aspectos más enriquecedores del club: “Ahora puedo captar matices en la producción, la intención y la composición que antes habría pasado completamente por alto simplemente por descartar la idea de escuchar cierto género”.
CIS University Music Room es una gran oportunidad para salir de la zona de confort y aprender algo nuevo. El club fue creado con la intención de reunir a estudiantes de diferentes orígenes en un ambiente relajado y dinámico. Theo Svistunov, uno de los estudiantes que forma parte del club, comentó: “Conocí a muchas personas increíbles y con mucho talento, con gustos musicales muy diversos”. También destaca que es un gran espacio para expresar su amor por la música: “Amo la música, es una de mis pasiones, y después de terminar mi carrera, probablemente haré algo relacionado con ella”.
CIS University Music Room suele contar con unos diez miembros en cada reunión, pero siempre está abierto a nuevos participantes. Los encuentros se realizan en distintos días y horarios de la semana, según la disponibilidad de los miembros. Para muchos estudiantes, este club es un espacio para relajarse y desconectarse del estrés diario. Lo ven como un lugar donde se pueden formar conexiones reales.
Desde su perspectiva como moderador, Anthony Verrecchio observa cómo se crean estos lazos entre los estudiantes: “Suena a cliché, pero en un nivel del que ni siquiera somos conscientes, te das cuenta de que cuando te sientas con otras personas y te abres para decir ‘esto significa esto para mí, ¿qué piensas?’, y ellos hacen lo mismo, se forma una conexión enorme de una manera inesperada que trasciende toda la superficialidad”, expresó Verrecchio.
En resumen, CIS University Music Room es una excelente manera de relajarse después de clases, conocer gente nueva, descubrir distintos tipos de música y profundizar en tu pasión por ella. Es un club excepcional en el campus que realmente muestra el talento y las habilidades de los estudiantes desde una nueva perspectiva.
Para finalizar, una última cita de Anthony Verrecchio que captura el verdadero significado de la experiencia en CIS University Music Room: “Esos momentos importantes de tu vida en los que estás creciendo y escuchas una canción que sonaba mucho en ese tiempo, y de forma natural se convierte en parte de tu propia historia. Eso es lo que la música ha sido para mí: una forma de acceder a una parte más profunda de mis recuerdos”.