Técnicas de memorización para exámenes

Técnicas de memorización para exámenes que funcionan de verdad

Cuando se acerca un examen, hay una pregunta que, tarde o temprano, todo estudiante se hace: ¿cómo recordar todo sin que se me olvide al día siguiente?

En este sentido, hay algo seguro: memorizar bien no es una cuestión de suerte ni de tener “buena memoria”, sino de aplicar técnicas de memorización para exámenes que funcionen.

 

El problema es que muchos intentan estudiar a base de repetir sin método, pasar horas leyendo sin retener nada, o subrayar sin saber muy bien qué hacer después.

 

En CIS University, sabemos que aprender a estudiar bien es tan importante como el contenido que estudias. Por eso te traemos una guía clara, práctica y respaldada por la ciencia.

Prepárate para cambiar tu forma de memorizar… y de aprender.

 

¿Memorizar o comprender? El dilema que todo estudiante se ha planteado

Es normal pensar que memorizar no sirve de nada si no entiendes el contenido. Y tienes razón… en parte.

 

La memorización sin comprensión es frágil, pero la comprensión sin memoria es incompleta.

Porque hay ciertos tipos de conocimientos que requieren memorización, como:

 

  • Fechas, fórmulas y estructuras.
  • Vocabulario específico en idiomas o derecho.
  • Esquemas conceptuales que luego aplicarás en ensayos o exámenes prácticos.

 

La clave está en saber qué conviene memorizar y cuándo hacerlo.

Y el secreto, en combinar memoria con pensamiento crítico.

 

Por ejemplo, una buena estrategia consiste en memorizar lo esencial para liberar espacio mental, y luego centrar tu energía en analizar, relacionar e interpretar.

Así puedes acceder rápido a la información y enfocarte en construir respuestas sólidas.

 

Los errores más comunes al memorizar para un examen

Antes de entrar en las técnicas más eficaces, vale la pena repasar lo que no funciona, porque muchos estudiantes caen una y otra vez en los mismos dos errores:

 

Repetir sin sentido no es memorizar

Leer el mismo párrafo 10 veces no garantiza que lo vayas a recordar. Memorizar requiere esfuerzo activo: vincular ideas, probarte a ti mismo, usar imágenes mentales o cuestionar lo que estudias.

 

La falsa sensación de control 

A veces sentimos que dominamos un tema solo porque nos suena familiar. Pero una cosa es reconocer la información y otra muy distinta recordarla sin ayuda.

 

En este punto, es importante ponerte a prueba con frecuencia. No te preguntes “¿me suena?”, sino “¿puedo explicarlo sin mirar?”.

 

Para dejar a un lado este tipo de errores tan comunes, lo ideal es fusionar las mejores técnicas de estudio con las técnicas de memorización adecuadas. Solo así podrás llegar a detectar cuándo estás aprendiendo de verdad… y cuándo solo crees que sí.

 

Técnicas de memorización probadas por la ciencia (y cómo aplicarlas)

Ahora sí: vamos a profundizar en algunas de las técnicas de memorización que mejor funcionan. 

 

Estas técnicas están respaldadas por estudios en neurociencia y psicología del aprendizaje, y se usan desde hace siglos en ámbitos tan diversos como la educación, la oratoria o el deporte de élite:

 

  • Método Loci o del palacio de la memoria

Consiste en asociar conceptos con lugares físicos que conoces bien (tu casa, tu camino a clase…).

Visualizas mentalmente un recorrido y colocas las ideas clave en distintos puntos. Así, cuando haces el recorrido, “encuentras” la información.

Funciona especialmente bien para listas, conceptos ordenados o secuencias.

 

Divide tu estudio en bloques de 25 minutos con 5 de descanso. Cada bloque tiene que tener un objetivo concreto: repasar una tarjeta, escribir de memoria un esquema, resolver una batería de preguntas.

 

  • Flashcards (tarjetas de memoria): cómo hacerlas efectivas

Las tarjetas funcionan mejor si las creas tú mismo. No copies el texto del libro. En una cara, pon una pregunta clara. En la otra, una respuesta breve y precisa.

Consejo: no las agrupes por temas. Mezcla conceptos para entrenar la recuperación activa. Y testea sin mirar hasta que puedas responder con confianza.

 

  • Repetición espaciada: qué es y por qué funciona

Este sistema se basa en repasar la información con intervalos crecientes: hoy, mañana, dentro de tres días, la semana que viene…

Se ha demostrado que este ritmo consolida mejor la memoria a largo plazo. 

 

Como seguro que sabes, a día de hoy hay muchas aplicaciones para estudiar y mejorar tu rendimiento.  Y, entre ellas, para implementar la técnica de repetición espaciada, te recomendamos que utilices apps como Anki o Quizlet para automatizar los tiempos.

 

Cómo elegir la mejor técnica según tu tipo de examen

No es lo mismo presentarse a un test que a una exposición oral, ¿verdad?

 

Pues la forma de prepararse para cada tipo de prueba tampoco es la misma.

 

Cada formato requiere un enfoque diferente, y lo ideal es combinar técnicas según el tipo de evaluación. Por ejemplo:

 

Exámenes tipo test

  • Flashcards y repetición espaciada funcionan muy bien.
  • Prioriza la claridad de conceptos clave y practica con simulacros.

 

Ensayos

  • Usa mapas mentales o esquemas para organizar ideas.
  • Entrena la memoria estructural: cómo introducir, desarrollar y cerrar argumentos.

 

Exámenes orales

  • Practica explicaciones en voz alta.
  • Grábate y escucha cómo fluye tu discurso.

 

Pruebas prácticas

  • Aplica el contenido a casos reales.
  • Usa simulaciones o visualizaciones mentales.

 

Y sea cual sea el tipo de prueba que tengas por delante, no olvides adaptar la técnica a tu estilo de aprendizaje:

 

  • Si eres visual: mapas, colores, imágenes mentales.
  • Si eres auditivo: repite en voz alta, graba audios.
  • Si eres kinestésico: usa gestos, movimientos o simulaciones.

 

Cómo entrenar tu memoria durante el curso (y no solo antes del examen)

Tecnicas de memorización para exámenes

No esperes a la semana previa para entrenar tu memoria. Como cualquier habilidad, necesita constancia y pequeños esfuerzos sostenidos:

 

Ejercicios diarios que activan la retención

  • Intenta explicar lo que aprendiste en clase sin mirar los apuntes.
  • Haz esquemas rápidos en hojas en blanco.
  • Enseña lo aprendido a alguien más (sí, enseñar también es estudiar).

 

Hábitos saludables que potencian la memoria académica

  • Dormir entre 7 y 8 horas por noche consolida lo aprendido.
  • Comer bien (omega-3, frutas, proteínas) mejora el rendimiento cognitivo.
  • Hacer ejercicio activa zonas del cerebro vinculadas a la memoria.

 

Un poco cada día vale mucho más que una maratón de estudio la víspera del examen.

 

En CIS University entendemos que cada estudiante aprende de forma distinta. Por eso ofrecemos desde el primer día acceso a nuestro departamento de soporte al estudiante, así como a una importante variedad de actividades y métodos que impulsan tu aprendizaje real, combinando teoría con experiencia.

 

Porque no se trata de memorizar por memorizar. Se trata de aprender de verdad.

 

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