Por Lola Rodríguez-Poyo
En medio del conflicto en Ucrania, Cruzada por los Niños, la ONG de CIS University, está ofreciendo ayuda a las familias de refugiados ucranianos que buscan refugio y apoyo en España. Ambas instituciones trabajan conjuntamente, impulsadas por el compromiso de auxiliar a poblaciones vulnerables durante tiempos de crisis y en general.
Cruzada por los Niños, una respetada ONG conocida por su defensa de los derechos de los niños y el desarrollo social, ha estado ayudando activamente a las familias de refugiados ucranianos desde marzo de 2022. A través de su Programa de Recepción e Integración de Refugiados Ucranianos, la organización ha acogido a cinco familias compuestas por 21 personas, en su mayoría niños, proporcionándoles asistencia y apoyo en sus necesidades vitales.
Cruzada por los Niños, junto con miembros del Sindicato Español de Pilotos de Líneas Aéreas (SEPLA), dieron un paso adelante para auxiliar a las personas desplazadas por el conflicto. Cuando el grupo de refugiados llegó a Madrid, María Díaz de la Cebosa, presidenta de CIS University y Cruzada por los Niños, los recibió y se aseguró de que fueran atendidos, enfocándose especialmente en el bienestar de los niños. María Díaz de la Cebosa juega un papel fundamental en los esfuerzos conjuntos, garantizando que Cruzada por los Niños se mantenga siempre a la vanguardia del apoyo a estas familias.
Las familias fueron inicialmente alojadas en un edificio de apartamentos en el centro de Madrid, generosamente amueblado y facilitado por CIS University. Cruzada por los Niños sigue apoyando a estas familias cubriendo sus gastos mensuales de alquiler, así como las facturas de servicios públicos y proporcionando suministros esenciales.
Más allá de la vivienda y las necesidades básicas, Cruzada por los Niños apoya a las familias con la gestión de los trámites oficiales, como la obtención de documentos de identificación y el acceso a ayudas gubernamentales. A pesar de los desafíos para encontrar empleo, se hacen esfuerzos para ayudar a las personas a asegurar trabajos, utilizando sus habilidades y experiencia, tal y como señala Nuria Sánchez, asistente de la presidenta.
A su llegada, las familias ucranianas tomaron clases de español para aprender el idioma y familiarizarse más con la cultura española. Julia Serbina, coordinadora de reclutamiento internacional en CIS University, también originaria de Ucrania, fue su profesora de español. Ella tuvo un papel esencial en las primeras fases de apoyo e integración de las familias ucranianas en la sociedad española.
«Al principio, saber cómo enfocar las clases y establecer conexiones emocionales fue crucial,» explicó Serbina, quien se sintió conmovida por «el sufrimiento de un número tan impresionante de personas afectadas por la guerra.»
Uno de los niños refugiados, Kirill, ha encontrado consuelo en las clases de guitarra con el profesor de CIS University Anthony Verrecchio, quien también es Director Ejecutivo de la Fundación Robert F. Kennedy en España. Gracias a la pasión y apoyo de Verrecchio, Kirill continúa persiguiendo su amor por la música. CIS University también facilitó a Nikita, otro estudiante ucraniano, una bicicleta deportiva, lo que le permite moverse con facilidad por su nuevo entorno, a la vez que practica su deporte favorito.
El impacto de Cruzada por los Niños se extiende más allá de la educación. La organización también se esfuerza por preservar la cultura y las tradiciones ucranianas. Como terapia para aliviar la nostalgia y el conflicto interno experimentado por las familias, CIS University organizó un día para pintar huevos de Pascua, una arraigada tradición ucraniana.
A través de la dedicación de organizaciones como Cruzada por los Niños y CIS University, junto con los esfuerzos inquebrantables de voluntarios como María Díaz de la Cebosa, Nuria Sánchez, Julia Serbina y Anthony Verrecchio, las familias desplazadas ucranianas en España encuentran consuelo y apoyo en su viaje hacia la reconstrucción de sus vidas. La labor conjunta entre estas organizaciones y los refugiados se erige como un faro de esperanza, encarnando el espíritu de solidaridad, compasión y resiliencia frente a la adversidad de una infundada guerra.