El día tiene 24 horas, pero entre clases, trabajos, compromisos personales y algo de descanso… ¿Cuántas te quedan para estudiar?
Saber cómo organizar el tiempo de estudio es una habilidad clave para cualquier estudiante universitario.
Y no, no es cuestión de “estudiar más”, sino de aprender a usar mejor cada bloque de tiempo que tengas.
En CIS University entendemos que tu tiempo es limitado, y por eso te damos las herramientas para aprovecharlo al máximo.
Aquí te explicamos por qué cuesta tanto organizarse bien y qué puedes hacer para cambiar eso desde hoy mismo.
Por qué es tan difícil gestionar bien el tiempo para estudiar
No es falta de voluntad. La mayoría de los estudiantes quiere rendir más… pero simplemente no tiene una estrategia bien definida para conseguirlo.
Y entonces, llegan las distracciones, la procrastinación y la falta de planificación.
Vivimos hiperconectados. Cada notificación, cada pestaña del navegador abierta o cada mensaje interrumpe la concentración.
Así que, si no defines previamente qué, cuándo y cómo vas a estudiar, es muy fácil postergarlo todo.
Además, sin una planificación realista, es probable que sobrecargues tu día y termines rindiendo menos.
Por otra parte, estudiar mientras piensas en la entrega de mañana o en ese email que tienes pendiente no solo es ineficaz, sino también (y sobre todo) agotador. El cerebro no rinde bien en modo “multitarea constante”.
El secreto está en separar los tiempos y enfocar tu atención en una sola cosa a la vez.
Pero, para conseguirlo, lo primero es prestar atención a todas esas señales que te están diciendo que necesitas una mejor organización:
– Te pasas más tiempo pensando en lo que tienes que hacer que haciéndolo.
– Dejas todo para el último momento, incluso si tenías tiempo antes.
– Sientes que estudias mucho, pero retienes poco.
– Te cuesta desconectar, incluso cuando no estás estudiando.
Si te identificas con alguno de estos puntos, es momento de reorganizar tu rutina.
Claves para organizar tu tiempo de estudio de forma efectiva
Vamos al grano… ¿Qué puedes hacer para gestionar tu tiempo sin saturarte?
Hay 3 claves que no debes pasar por alto:
- Define tus objetivos semanales (y no solo diarios)
Muchos se centran en qué harán hoy, pero no en lo que quieren haber conseguido al final de la semana.
Tener una visión de conjunto te ayuda a priorizar mejor y evitar ese estrés de última hora que aparece justo antes del examen.
- Estudia en bloques de tiempo productivos
No todo el tiempo de estudio rinde igual. Hay franjas del día en las que tu energía es más alta. Identifícalas y resérvalas para las tareas más exigentes.
Y no te olvides de intercalar pausas, para optimizar tu tiempo de estudio con técnicas como el método Pomodoro.
- Deja espacio para repasar y reforzar lo aprendido
Estudiar no es solo avanzar. También necesitas revisar, repasar y consolidar. Un buen horario incluye bloques dedicados a reforzar contenidos.
Esto se conecta también con la correcta implementación de las técnicas de memorización para exámenes que requieren espaciar los repasos para que de verdad sean efectivos.
¿Lo mejor? Que hoy en día hay muchas herramientas a tu alcance que ofrecen una gran ayuda a la hora de aplicar estas 3 claves.
Herramientas que te ayudan a aprovechar cada minuto
Organizar tu tiempo es más fácil cuando tienes apoyos visuales, recordatorios automáticos y técnicas para decidir qué hacer en cada momento.
Este tipo de ayudas resultan muy interesantes para conocer en qué punto te encuentras de tu aprendizaje. Así que te dejamos algunas recomendaciones:
Este tipo de ayudas resultan muy interesantes para conocer en qué punto te encuentras de tu aprendizaje
Apps de planificación y seguimiento de tareas
Como sabrás, existen muchas aplicaciones para estudiar y mejorar tu rendimiento. Y entre ellas, hay algunas que pueden ayudarte con la optimización de tiempos, como por ejemplo:
- Trello o Notion para visualizar tu semana.
- Google Calendar con recordatorios integrados.
- Forest o Focus To-Do para mantener el enfoque.
Estas 3 herramientas te ayudarán a salir del caos mental y tener un mapa claro de tus tareas siempre presente.
Técnicas de gestión de tiempo y productividad
Al igual que existen técnicas de estudio para mejorar tu aprendizaje, también hay técnicas específicas que te pueden ayudar a optimizar el tiempo:
- Matriz de Eisenhower: divide tus tareas entre urgentes/importantes para tomar mejores decisiones.
- Regla 80/20: el 80% de tus resultados viene del 20% de tus acciones. Identifica qué tareas realmente suman y priorízalas.
Ponlas en práctica, te aseguramos que te ayudarán a diseñar una rutina que se adapte a ti.
Cómo adaptar tu organización si trabajas o haces otras actividades
No todos los estudiantes pueden dedicar 6 horas al día a estudiar. Y eso está bien. Lo importante es adaptar tu estrategia a tu realidad.
Y para eso, necesitas horarios realistas que se traduzcan en menos horas, pero mayor calidad.
Por ejemplo, si solo tienes 2 o 3 horas libres al día, asegúrate de que sean tiempo bien aprovechado. No intentes abarcarlo todo. Selecciona bien qué temas estudiar y define objetivos claros para ese espacio.
Y recuerda, estudiar sin parar no te hace más productivo.
Descansar de forma planificada mejora la retención, evita la fatiga mental y te permite volver con más foco.
Toma nota de estos 3 tips para no caer en la saturación:
– No llenes cada hueco del día con tareas.
– Deja espacios “libres” para imprevistos.
– Revisa y ajusta tu plan cada semana.
Saber organizar tu estudio es tan importante como los conocimientos que adquieres. Por eso, en CIS University te damos recursos, acompañamiento y flexibilidad para que tu aprendizaje sea real… y sostenible.
Contamos con un equipo que te ayuda a identificar tu mejor ritmo de estudio, planificarte según tus objetivos y optimizar cada bloque de trabajo.
Nuestras herramientas colaborativas y el feedback continuo de los profesores están diseñados para que avances sin perder claridad ni motivación.
Sabemos que rendir al máximo no significa renunciar a tu bienestar. Por eso, fomentamos aspectos como el arte, el networking y el desarrollo personal.
Porque para estudiar bien, empieza por vivir bien.